Don Queco. Un pedazo de nuestra Historia
Don Queco nació en la región del Udine, en Romans, Italia; el dieciocho de diciembre de 1887. Llegó a la Argentina en 1914, viajando como polizonte.
Una vez en Buenos Aires lo destinaron a campo Solari, en Colonia cerrito. Fue el dueño del campo quien le prestó el dinero para que en 1920 trajera a su familia: su esposa Lucía Molinari y sus hijos italianos: Tisciano, Vitelio Otono, María, Toni y Ziro (quien aprendió a caminar en el barco).
Como ocurre con todos los chicos, se peleaban mucho, y en una ocasión se tiraron con los zapatos; que cayeron al mar. Así que al llegar al puerto de Buenos Aires estaban descalzos, porque apenas traían equipaje. Cuando llegó su familia don Queco se radicó finalmente en Hasenkamp, donde nacieron sus hijos argentinos: Fernando, Francisco, Gabriel, los mellizos, Anita, Siro y José Juan Bautista (Titi).
Don Queco se dedicó a la construcción. Construyó la casa del Dr Brage Villar (que fue demolida), La antigua farmacia del Dr Ferro, la casa del señor Benito Bergna, la casa del Dr Rubén Ciliberti, el edificio del Instituto de Formación Docente, la Iglesia Sagrado Corazón de Pueblo Belloq, entre otras.
Como buen italiano era muy religioso. Le encantaba hacer de monaguillo, y en la procesión en honor a San José recorría la misma de punta a punta solicitando pusieran la limosna en una bolsita roja que llevaba atada en una caña.
En una oportunidad vio que la gente charlaba en lugar de rezar y no colocaba el dinero en la bolsa. Se enojo muchísimo, levantó la caña y la sacudió sobre las cabezas de unas mujeres diciéndoles “¡Pon caraco merda! Dejen de darle a la lengua y pongan, caraco, que la iglesia necesita”
Le gustaba participar en la famosa Kermés que se hacía en el terreno baldío junto a la Iglesia, donde hoy está la Escuela Santa Felicitas. Colaboraba con los juegos para recaudar fondos destinados a la parroquia.
El dieciséis de mayo de 1972, a los ochenta y cuatro años, falleció don Queco. Su nombre era Francisco Pasutti. Quedándose para siempre en la tierra que le dio una nueva vida, muy distinta a la de su añorada Italia.
El recuerdo de don Queco permanece en muchos habitantes de nuestro pueblo.
Como homenaje a éste inmigrante una de las calles de Nuestro pueblo, lleva su nombre. desde el año 2006, fecha en que se festejaron los 100 años de Hasenkamp.
Maia Victoria Barsanti Pasutti (Su tataranieta)
1° Premio, categoría Anécdota
Concurso literario de la Semana Hasenkampense
Agosto de 1999
Un comentario
Alfredo Ciro Martin Pasutti
Excelente historia de mi Bisabuelo!!!!!